domingo, 20 de enero de 2019

cuando se pierden las ganas...

...se pierde todo.
Me pierdo yo y te pierdo a ti.
Se pierde la vida y sus deseos.
Se pierde la seguridad.
La confianza, la tranquilidad.
Llegan los celos.
Bienvenidas infames ansias.
Pavoroso y solemne crimen.
Asesino de autoestima.
Supresor de mi Dios Eros.
Caída sin resurrección.
Destrúyeme toda de una vez.
Aniquílame por completo.
Sin martirio, ni dolor.
Déjame inerte donde está mi salvación.
Donde el fallecimiento es mi sanación.
Porque vivir sin sexo es un atentado cruel.
Porque vivir sin ti es...
...vivir sin mí.
Seguramente no pasará nada,
quizá pasará todo.
Hoy siento que muero.
Muero en la espera y la incertidumbre.

lunes, 23 de mayo de 2016

Sin ti



Una noche sin dormir, dos noches sin lograr conciliar el sueño. Tres noches sin ti y cuatro amaneceres sin cielo. Un quinto día más y muero. Me deshago tocándome sola y acariciando mi cuerpo, rozando rincones que se erizan y gozan. Comienzo a disfrutar de mi soledad y sonrío. Mis poros sorprendidos de alcanzar el placer, de sentirme dilatada y húmeda, se dejan fluir. Me descubro pensando en ti y extrañándote. Se devela tu imagen en mi mente cuando cierro los ojos para terminar.

Me voy, corro lejos, tan lejos que me pierdo. Un instante, quizá un segundo es ese infinito y eterno momento en el que todo se suspende y mi respiración se detiene. Me voy y me vengo. Me vengo y suelto todo el aíre que contenía mi cuerpo y retenía como mis deseos de retener tu imagen conmigo. Para que no te fueras y estuvieras más tiempo aquí, aquí conmigo en ese desenlace dramático en el que sin poder evitarlo lloro. Lloro de placer y lloro tu ausencia. Lloro de amor y desconsuelo. Lloro contenta y al final los ojos sueltan esas lágrimas que limpian mis ansias y las liberan. Al final todo se deja caer.


Me tiro en la cama y me quedo unos instantes respirando, escuchando y sintiendo mi acelerado corazón hasta que se tranquiliza. En calma observo el techo de mi cuarto que refleja la luz del sol que entra por la ventana. Escucho los sonidos de la ciudad que invasivos entran sin permiso y sonorizan ese momento de paz, tranquilidad y satisfacción. Suspiro y te pienso.

jueves, 17 de marzo de 2016

Como sólo tú y yo



Estoy caliente y deseosa de ti. De tenerte dentro.
Me erotiza recordar lo rico que cogemos.
Me excita pensar en lo mucho que nos falta por explorar y disfrutar.
Me calienta lo bien que follamos.
Cómo nos complementamos y nos entendemos.
Compartir fantasías, juegos, curiosidades y unas que otras maldades.
Estoy mojada de recordarte, imaginarte y desearte haciéndome el amor.
Te deseo a ti. A ti arriba de mí.
Me deseo a mí. A mí sobre de ti.
Nos deseo a los dos. 
Mojados. 
Mojándonos y ensalivándonos.
Quiero escupirte y acariciarte hasta cansarme.
Quiero que me muerdas y mes estrujes las caderas.
Quiero que te vengas y venirme contigo.
Quiero que me aprietes el cuello, las nalgas y las ganas.
Deseo y espero encontrarte.
En el éxtasis de mis fantasías más oscuras.
Ahí estás tú.
Esperando al animal que llevo dentro.
Listo para cazar a la bestia que de mí, sale para ti.
Tú, tan fuerte como para sujetar mis caprichos.
Todo tú despertando mi apasionado apetito.
Sólo tú para entender mis desvaríos.
Desde los más férreos hasta los más mórbidos.
Sólo tú y yo.
Nos encontramos y nos entregamos.
Nos amamos.
Y sin juzgarnos, nos consagramos.
En la cama, en la comida, en una charla y hasta con la familia.
Sólo tú y yo.
Sin tiempo, ni comparación.
Sólo tú y yo. Así. Juntitos. Felices.
Riendo y llorando.

Como sólo tú y yo.

viernes, 29 de mayo de 2015

¿Qué hacemos ahora?


Creí amar al que fuiste y no al que eres.
Yo, que siempre voy siendo y…
No soy nada
¿O si?
Y soy todo.
Y toda yo, entera, te amo.
Y aún que quería olvidarte, no puedo.
Te quiero pretérito anhelado
En lo que seremos cuando volvamos a estar juntos
¿Podría ser de otra manera?
Hemos cambiado para bien,
No para ti, ni para mí. Eso me gusta.
Me gusta cuando cambias tus ambiciones,
Y ya no son.
¿Qué hacemos ahora?
Ahora me dices
-Te amo
Olvidando lo que fue.
Amando lo que somos.
Y sin saber lo que será.

domingo, 19 de abril de 2015

Tu olor.

 
 
Ese aroma que me dejó ser como realmente soy. Es tu aroma lo que me acercó. Ese olor que despertó el deseo más primitivo de mi ser. Mi ser mujer. Esa hembra que soy, y que te olfatea. Esa yegua que te conoció y te montó. Sin recato, sin juicios, ni prejuicios. Sólo mi deseo y tú. Tú y yo. Mi deseo y yo…
Nos fuimos conociendo y reconociendo en cada caricia, en cada momento en el que tu cuerpo se acercaba al mío. En cada ida y venida llenos de placer y gozo. Entre silencios, susurros, y la sutileza natural que debajo lleva y conlleva nuestra historia. Secretos y complejidades que nos hacen únicos, pero que hoy nos tienen aquí juntos. Así, entregándonos el uno al otro. Empezamos nuestra historia. Es el principio de algo. No sé qué, pero ya comenzó.

martes, 23 de septiembre de 2014

Tus palabras

Releía tus mensajes. Recordaba un poco de nosotros. De lo que ha pasado entre nosotros con sólo leer  tus mensajes y los míos. Cuando leí uno donde comienzas escribiéndome - Amor!!!

Haaaaaaaa!!! Qué es esto que siento? Lo más claro para mí es un hormigero en mi estómago. En mi estomago tengo un hormiguero con sobrepoblación. Son tantas que ya no caben. Son tantas que quieren salir y estan desesperadas. Un monton de hormigas desesperadas y la única salida es la boca de mi estómago pero, está tapada. Cuando leo ese mensaje en el que me nombras -Amor. Las hormigas se vuelven locas y empiezan a caminar rapidísimo por todo mi estómago. Me hacen cosquillas. Son millones de patitas corriendo por mi panza. Tantas cosquillas me invaden y no puedo hacer nada así que destapo su hormiguero. Ellas salen atropeyándose, ansiosas por recorrer todo mi cuerpo. Suben a mi pecho y agitan mi respiración. Las hormigas siguen saliendo como si fueran infinitas. Suben por mi cuello hasta la cabeza. Cuando llegan a mi cerebro es cuando me descontrolo y me pregunto

-Qué es esto que siento? Con el corazón palpitando algidamente.

Mientras tanto las hormigas ya están en mis pies y suben y bajan. Suben y bajan y...
suben y bajan. Entonces logran entrar en mis venas y ahí se disuelven. Se diluyen  porque no saben nadar. Como no saben nadar se ahogan y desaparecen. Poco a poquito se van una a una. Se hacen parte de mí. En mi sangre está ahora eso que provocaste. Eso que provocas con tus palabras. Eso que evocas con tu nombrarme. Está en mí. Me recorre las venas. Estás en mí. Tus palabras. Quiero confesarte lo que una palabra tuya me provoca. Quiero que sepas lo que me sucede. Quiero compartirte lo que vivo y siento. Quiero de alguna forma estar contigo.

lunes, 11 de agosto de 2014

Despedidas

Pienso en las despedidas, esas que todos los días vamos soltando. Un adiós que abrazamos para que no se vaya. Un ave que se desprende de la tierra agitando sus alas. Sabemos que volar es nuestra naturaleza. Sabes que volaré y me sueltas. Quiero que vueles y te dejo. Pero la idea de seguir volando juntos me asalta. Ya lo hicimos. Volamos y nos acomodamos. Volamos y nos abrazamos. Nos abrazamos y nos amamos. Nos amamos y hoy nos despedimos. Nos despedimos y seguimos volando. Me he cuidado como me lo pediste. Cuido que este adiós no espere un hasta luego. Pero tus pies me lo dicen cuando se entrelazan con los míos y me aprietan. Tus manos me lo piden cuando me estrujan toda y fundes mi cuerpo con el tuyo. Me lo gritan tus detalles que día a día fueron creando de nuestro tiempo juntos un orbe inimaginable.
El mar me susurra al oído. La luna me escribe con su luz una carta.  Tu cuerpo me seduce y me arrebata de de tus brazos al mismo tiempo.
Yo sé que sabes amar, enamorar y enamorarte. Yo sé que adoras a las mujeres y fundirte en ellas. Yo sé que serás feliz y volarás. Sólo es que cuando te beso. Cuando cierro los ojos y apareces en mí. Te siento y me siento tan completa, tan grande, tan plena.
Sé ser feliz. Sé volar. Me encantan los hombres y amar. Es sólo que cuando entras en mí y te vacías. Cuando me das todo y me doy toda. A ti. Contigo. Desaparecen las palabras y sólo quedan las ganas de estar juntos. Cerca.
A ti. Sí. Para ese hombre maravilloso. Ese hombre que me dio en tan poco tiempo lo que nadie me había dado. A ese hombre apasionado que me dio alas cuando iba cayendo. A ese súper héroe que me salvó. Me cuidaste como lo prometiste. Me protegiste. Me ayudaste a construirme, destruirme y reconstruirme. A ti que sin darte cuenta me enseñaste a aterrizar. A planear. A volar bajito y ser cuidadosa. Para ti no tengo palabras. Me dejas así, sin ellas. Se fueron. Quizá también volaron y me dejaron. Me dejaron amor. Me dejaron. Amor.
Para ti sólo eso. Amor y sólo amor. Amor y más amor.

Amor: Gracias!!! Gracias siempre!!! Gracias por todo!!!
  

Agosto 2014

Por otro lado quisiera volar, soñar y decirte que quiero estar contigo, quedarme a tu lado, acompañarte y seguir compartiendo sueños, risas, aventuras.
Por otro lado quisiera expandir mis alas y abrazarte con ellas para que supieras y sintieras lo mucho que deseo estar a tu lado. Lo mucho que me gusta pasar tiempo contigo. La mucho que puedo darte. Lo mucho que tengo para ti aquí guardado. Quiero darte todo lo que soy y todo lo que tengo.
Porque si esto fue hermoso por qué no puede seguirlo siendo. Por qué si fue tan mágico no queremos seguir haciendo magia. Por qué si volamos juntos y volamos bien no nos atrevemos a seguir volando. Por qué? O para qué soltarnos?

No quiero despedirme.
Y seguiré volando. Volaré. Amaré. Seguiré. Sin despedirme. Contigo adentro. Contigo en mí. Tú dentro de mí. Irás a donde yo vaya. Estarás donde yo esté. Me acompañarás y aquí serás. Porque soy lo que soy gracias a ti. Me diste vida. Lo que vivimos juntos me modificó y me gustó. Me quedo con eso.