martes, 23 de septiembre de 2014

Tus palabras

Releía tus mensajes. Recordaba un poco de nosotros. De lo que ha pasado entre nosotros con sólo leer  tus mensajes y los míos. Cuando leí uno donde comienzas escribiéndome - Amor!!!

Haaaaaaaa!!! Qué es esto que siento? Lo más claro para mí es un hormigero en mi estómago. En mi estomago tengo un hormiguero con sobrepoblación. Son tantas que ya no caben. Son tantas que quieren salir y estan desesperadas. Un monton de hormigas desesperadas y la única salida es la boca de mi estómago pero, está tapada. Cuando leo ese mensaje en el que me nombras -Amor. Las hormigas se vuelven locas y empiezan a caminar rapidísimo por todo mi estómago. Me hacen cosquillas. Son millones de patitas corriendo por mi panza. Tantas cosquillas me invaden y no puedo hacer nada así que destapo su hormiguero. Ellas salen atropeyándose, ansiosas por recorrer todo mi cuerpo. Suben a mi pecho y agitan mi respiración. Las hormigas siguen saliendo como si fueran infinitas. Suben por mi cuello hasta la cabeza. Cuando llegan a mi cerebro es cuando me descontrolo y me pregunto

-Qué es esto que siento? Con el corazón palpitando algidamente.

Mientras tanto las hormigas ya están en mis pies y suben y bajan. Suben y bajan y...
suben y bajan. Entonces logran entrar en mis venas y ahí se disuelven. Se diluyen  porque no saben nadar. Como no saben nadar se ahogan y desaparecen. Poco a poquito se van una a una. Se hacen parte de mí. En mi sangre está ahora eso que provocaste. Eso que provocas con tus palabras. Eso que evocas con tu nombrarme. Está en mí. Me recorre las venas. Estás en mí. Tus palabras. Quiero confesarte lo que una palabra tuya me provoca. Quiero que sepas lo que me sucede. Quiero compartirte lo que vivo y siento. Quiero de alguna forma estar contigo.

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