domingo, 27 de febrero de 2011
sábado, 26 de febrero de 2011
Qué es para mi el amor?
Energía medular y de origen que nos une y nos fortalece. Filigrana, la más delgada y la más fuerte. Lo más hermoso.
Amor es querer envejecer a su lado.
Amor es poder mirarle a los ojos por horas sin que el tiempo pase y sin decir palabras, pero entendiéndonos y diciéndolo todo.
Grandes, largas y profundas conversaciones en silencio.
Siento amor cuando puedo compartirme.
Amor es disfrutar del atardecer.
Amo y cuido el agua.
Amar es para mí el abrazo finito más eterno que el instante de nuestra despedida.
El amor es para mí fortaleza.
Amor es lavar con agua las verduras de la ensalada que cenaremos.
Amor es escuchar.
Amor es acompañar.
Amor es dormir juntos y despertar juntos.
Amor es dormir lejos y juntos.
Amor es dormir separados y sentirte cerca.
Amor es un sueño en la realidad.
Amor es realidad vivida y sentida.
Amor es todo.
Amor es un trabajo de todos los días.
El amor es unión. Trabajando siento amor. Amo trabajar con amor. Y por el amor trabajo todos los días, todo el día. El amor está en abrir los ojos por la mañana y ver, sentir y agradecer al sol por su calor. Disfrutar de su luz y cambios de coloración. Amo el atardecer. Amor es amanecer. Y en la noche amo el final de ese oscurecer que muere en el placer de estar juntos.
Amo bailar.
Amo el aire.
Amo despertar.
Amo el color verde, el azul, el rojo y el anaranjado.
Amo los rayos del sol.
Amo bañarme con agua fría.
Amo los atoles.
Amo bailar y correr en la lluvia.
Amo decir –te amo-.
Amo tener frío y sentir un abrazo calido.
Amo llorar y decir lo que siento.
Amo compartir.
Amor es lo más esencial en la vida, motivación. La vida por si misma es toda amor.
Amor para las personas que duermen en la calle. Amor para los niños que mueren de hambre. Amor para los engañados y los que engañan. Amor para los afectados en guerras ajenas y más para los que hacen la guerra. Amor para los que roban. Amor para los que matan. Amor para los que no comen ni toman agua. Amor al egoísmo y a la envidia. Amor a la desidia y a la inconsciencia. Amor a la ignorancia y a la miseria.
Por que el amor levanta, despierta y quita el miedo. El amor une y junta, canta y calienta, perdona y agradece, comparte y abre, comunica e inunda, crece y enriquece.
Por amor vivo. Amor total. Amor siempre. Amor absoluto. Amor eterno. Amor infinito. Amor y sólo amor. Amor y más amor.
lunes, 21 de febrero de 2011
MIS NAHUALES. PARTE IV

Por ahí, no sé de que forma llegó, pero en mi vida apareció un jaguar. Al menos así dice llamarse. También dice que yo lo llamé. Y le creo.
Cuando lo conocí era un ser humano especial. Desde la primera vez que lo ví, noté cierta luminosidad que de su ser emanaba. Era un hombre luminoso y sorprendente. Pensé –Ha este hombre le ha ido bien en la vida, ha estado rodeado de amor y le han acompañado personas que lo aman y a las que él ama- Es un hombre muy inteligente y que ha tenido una educación privilegiada. Creación de cinco mujeres.
Entonces le descubrí un don. Cuando él se comunica es controversial y penetrante, es impecable e intenso. Tiene lo que vamos a llamar, el don de la palabra y como siempre he creído que la voz es una extensión del cuerpo, hablaba tan bonito que quería verlo bailar. Pensé.
-si habla tan hermoso, convincente, seguro y diferente, quiero saber, sentir y bailar con él-
Efectivamente, bailamos y fue mi perdición. Digo perdición por que me perdí. Bailando con él me descubrí perdida y fue hasta entonces que me encontré. Me encontré conectada a un ser raro pero bonito. Alineábamos el sol y la luna. Comunicamos al cosmos y a la tierra. Girando.
Bailando supe que nuestra danza sería una espiral infinita que subiría y bajaría a discreción. Por placer y a conveniencia. Ahí descubrí que él también era un Súper Héroe. En el fondo yo sabía que lo iba a encontrar y que juntos teníamos que trabajar. Lo que no imaginaba era que tan rápido sería. Así que le enseñé todo lo que sabía y todo lo que yo era.
Me sentí afortunada al estar viviendo lo que era mi sueño. Amar, vivir, compartir y trabajar con un hombre, sensible, imparable, serio, disciplinado, comprometido, entregado, artista, genio, loco y hasta lo que yo no esperaba y no había pedido pero lo agradecía por que me hacía más feliz. Era virgo, cineasta y libre. Ya después se transformo en Jaguar, Tezcatlipoca y más.
Desde que lo conocí supe que era un gatito, eso me encantó. Un felino cariñoso, amoroso, tierno pero que rasguña, muerde y hace daño. A veces sin darse cuenta y sin que esa sea su intención. Aun sabiendo que no tiene intensiones de dañar, me dolían muchas cosas estando a su lado. Era equiparable mi felicidad, el amor y la dicha que sentía con él, como el miedo, el dolor y las heridas.
Fue durante el sexo que descubrí que también era el diablo, un diablito bueno y eso me encantaba. Siempre le tuve miedo a esa imagen del hombre rojo con cuernos y trinche. De niña mi educación católica me enseño que el diablo era la maldad, el pecado, la oscuridad y el castigo. Yo no quería ir al infierno y mucho menos que se me apareciera de pronto y sin avisar. Pero yo amaba a este diablo sonriente, feliz y divertido. Sentía tanto bien y tanto mal que no entendía pero ahí seguía, por amor. Por esa aparición que de mi inconsciente salió. Follando una noche con él y sin comprender muy bien, entendí que las cosas a veces son diferentes o al revés de cómo nos las enseñan. Ahora yo conocía a un diablito bueno, lo amaba y me lo follaba.
La vida juntos nos fue enseñando que teníamos diferentes nombres, poderes y misiones. Él trabajaba siempre, todo el tiempo. Descansaba lo necesario. Hacía ejercicio y comía bien. Le importaba el país, los niños, las mujeres, la pobreza, la desnutrición, la seguridad, la educación, los vagabundos, el sexo y la libertad. Por eso se transformó en un jaguar. Por entrenamiento diario. Corriendo. Tapándose un ojo y luego el otro. Practicó el silenció, el arte de desaparecer y escuchando se hizo quien ahora es. Un ser que no puedo describir. Un Jaguar adorable, extravagante, serio y risueño.
Ahora él sigue trabajando. Sólo y a veces con amigos. Todavía se desespera. Le recomiendo practicar la paciencia y la humildad. Es el más libre y eso quiero aprender de él. De ese jaguar que un día apareció, con trabajo y disciplina. Con amor y cuidado.
Un ser que de niño se creía presidente, súper héroe y lo mejor… creía en la unión. Eso quería y lo logró. Un día al amanecer, se despertó transformado en Jaguar. No se sorprendió por que de niño siempre lo supo. El niño en su interior siempre confió en que el jaguar despertaría. Ahora al anochecer, sale a correr, baila y toma agua, ama y ensueña, vive libertad y siente unión. Lo que siempre soñó. Por fin lo logró y fue más rápido de lo que pensó.
Un danzador. Su poder está en la luna. Su sacrificio en el sexo. Su verdad en la oscuridad de la noche. El amor en sus ojos.
A ese jaguar, a mi nahual mas amado, a ese ser que le agradezco todo. Siempre.
jueves, 17 de febrero de 2011
Qué pienso de mi como mujer??? (parte II)

Soy una mujer de calor que a veces siente frío.
Una mujer de talla chica y que se siente grande.
Una mujer fuerte que a veces se siente frágil y tiembla de frío.
Una mujer que goza al bañarse con agua de tiempo cuando se siente bien.
Una mujer guerrera de voluntad imparable que lucha y se rebasa. Luego se enferma.
Mujer blanca de piel suave, aroma exquisito y sabor intenso. Siempre espejo y reflejo.
Intensa hasta la médula y sensible en su totalidad. Conectada y empapada de su entorno. De tres ojos. Dos narices. Cuatro manos y un pie. Pie con escamas de sirena que se sumerge a un inmenso y profundo océano interior, navega entre sus olas y corales, canta con las algas y en la arena clara descansa. En sus arrecifes de confusión y dudas se revuelca arena oscura, negra de inconsciente que la hiere. Pesadillas y miedos.
Lagrimas infinitas de mujer por el mundo y para el universo. Toda la humanidad y todos los tiempos. Llorando siempre y riendo también. Feliz de todo y triste a veces. Muy buena y muy mala por placer y a conveniencia. A veces a discreción.
Honesta y engañosa. Ilógica e imperfecta. Que miente y se oculta. Se abre y comparte. A veces no sabe y a veces duda. Otras veces no piensa y sólo siente, más siente tanto que se asusta y se inhibe. La vulnerabilidad le espanta y espantada se echa para delante. Los juegos le gusta jugarlos al revés: se toma demasiado en serio a ella misma y más a los demás.
Como mujer le gusta la inmensidad y sentirse total. Detener el tiempo y desaparecer. Empaparse en él y dejar fluir entre sus piernas la humedad del amor que la llena y la penetra.
Con sabiduría y experiencia aprenderá que el amor es así y que en la vida hay dolores, despedidas y anocheceres en los que todo oscurece. Como mujer siempre por salud aquí y allá se entregará, en el espacio se sacrificará y a su cuerpo escuchará.
Sueño de mi siendo mujer. Eso quiero y eso trabajo. Eso soy y voy siendo. Eso hago y eso me hace. Me hace ser quien soy. Una mujer sin nacionalidad, ni edad, ni signo zodiacal. Mujer sin hombre, sin nombres ni apellidos. Mujer de ayer y futuro en el mañana. Sin animales, sin amuletos, sin decretos, ni secretos. Mujer sin definición.
Mujer que va siendo, se va transformando, va transmutando, sublimando y trascendiendo.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Qué pienso de mi como mujer??? (parte I)

Qué pienso de mi como mujer???
Cuando me pienso como mujer, me contradigo. Pienso, veo y siento una luna llena. Luna madre que me aguarda. Futuro de mi vientre y de mi ser. De mis entrañas. Mi sueño. Quizá el más grande. Ser madre.
De color azul. El color de la mujer sanadora, sensible, seductora. Que respira profundamente y se llena de paz. Que camina y flota. Que sonríe y eleva. Mujer que escucha. Mujer en silencio. Mujer que vibra.
Me siento azul cuando tomo
mucha agua. Cuando no como
carne y mastico bien. Cuando me tomo
el tiempo y lo detengo. Cuando camino
por la calle sintiendo al sol. Cuando veo
a los árboles danzar con el viento y miro al cielo:
me veo azul.
Soy una mujer que danza por amor: con amor. Por amor es que salto. A veces al vacío. Amando me elevo. Giro. Con amor caigo y ruedo. Cuando amo siento que me estiro y a veces me lastimo. Me hiero y me estrello. No siento miedo, o al menos ya no quiero. Mejor sentir amor.
Estrellado me gusta ver el cielo. Las nubes moviéndose en esa danza infinita e inevitable. Constante movimiento en permanente cambio. Juego del cosmos y el universo. Constelaciones enteras en otras galaxias y con otros planetas. Veo más estrellas como ésta que me calienta y sé que hay otras que calientan también, que quitan el frío e iluminan mi piel desnuda, cada mañana. Un amanecer de playa.
Amo al sol. Sus amaneceres y atardeceres. Me gustan los despertares de todo tipo, en todo tiempo. Despertar es para mi una gracia. Amanecer desnuda un placer. Tener a lado otro cuerpo desnudo es un goce de interminables caricias que comienza con luz en la piel y termina con sudor, gemidos y un rocío desde el cabello hasta los pies.
martes, 8 de febrero de 2011
Mis Nahuales. Parte III

QUÉ ANIMAL SOY CUANDO ESTOY EROTIZADA?
Cuando estoy erotizada me siento como un felino, no identifico si es un gato, un león o una pantera. Quizá sea un puma y no importa, podría ser un jaguar y qué. Lo importante está en que soy un felino acariciando, seduciendo, sintiendo y dejándome al placer. Al amor.
Cuándo me erotizo mi piel se eriza junto con el vello de todo mi cuerpo y mis cabellos alcanzan a ponerse de puntas como electrizados por un beso, una caricia y unas mordidas. Mi cuerpo se contrae y se distiende, vibra y se convulsiona un poco al sentir su cuerpo sobre el mío. Su calor y su olor.
Excitada mis sentidos se agudizan, huelo mejor, percibo cada uno de sus aromas y los disfruto como perfumes y fragancias de flores y bosques. Me pierdo entre sus pétalos y me devoro el polen que emana por los ojos. Me quedo viéndola. Admirándola. Disfrutando el color blanco de su piel suave y el tono rojo intenso de sus labios que chupa y mordisquea entre cada beso. Recojo con mis yemas su piel y sus cabellos rizados entre mis dedos. Cada pequeño detalle que de su cuerpo se exalta como una monumental obra de arte y que contemplo con inocente ilusión. Escucho su respiración, escucho sus gemidos, quejidos que le brotan del alma y del inconsciente sin control. Pierdo el control. Como animal guiado sólo por su instinto. Felino acechando a su presa por necesidad. Necesidad de ella.
domingo, 6 de febrero de 2011
Noche de drama

Yo sé que es bella,
sábado, 5 de febrero de 2011
martes, 1 de febrero de 2011
Un sueño erótico
Me encontraba en la cocina leyendo un libro de XAVIERA HOLLANDER verdaderamente erótico y excitante. Después de tomar un delicioso té negro, como siempre, con una cucharada de azúcar morena y un poco de crema, cerré el libro y noté que tenía sueño. Decidí irme a descansar. Cuándo pase por el cuarto te vi, como siempre sobre la cama. Estabas boca abajo leyendo un libro. Sentí el impulso de saltar sobre ti y comerte a besos. Me acerque lentamente. Como un felino que acecha a su presa, no notaste mi presencia hasta que toque tus pies y me subí a la cama.
Sorprendido te reíste y me dijiste-
HOLA-
Yo respondí levantándote la camisa y besando tu espalda. La piel se te erizó. Dejaste el libro sobre la mesa que está a lado de la cama, te diste la vuelta llevándome con un fuerte abrazo tan cerca de ti como nuestros cuerpos nos lo permitieron. Miraste la luz que de la calle entraba por la ventana e iluminaba el techo de la habitación.
Dijiste-
Dios mío-
Y te interrumpí besando tus labios con ternura e inocencia. Mi cuerpo por dentro ardía. Comencé a quitarte ese sweter gris que normalmente te luce encantador, pero en ese momento sólo quería sentir tu piel.
Te vi con el torso desnudo, deliciosa cintura que se va ensanchando hasta llegar a tus hombros, musculosos, fuertes e irresistibles. Recorrí tus brazos acariciando tu piel tersa y blanca. Me acerque para besarte el hombro derecho subir por tu cuello y percibir el aroma que emana tu cuerpo. Es un olor tan suave y fresco que me provoca y me enloquece. Estaba muy excitada. Mi boca se salió de control y te mordió con fuerza-
Hey!!!- gritaste.
Yo calme tu dolor con mi lengua y bajando mi mano por tu pecho llegué hasta tus pantalones. Ahí noté que algo había crecido y se endurecía cada vez más. Moría de ganas por hacerte el amor.
Me saqué la blusa con intrépida rapidez y recorrí mi cuerpo hacia abajo hasta que pude besar tu ombligo. Bajé más recorriéndote, lamiendo tu vientre y desabrochando el cierre, llegué por fin a bajarte el pantalón para sacar de ahí tu grande y hermoso pene -oh!!!- sí! Cuando lo ví, sentí como me humedecía. Lo bese con ansiedad. Mi lengua lo recorría todo, de arriba a abajo hasta llegar a tus testículos, los besaba y acariciaba. Te succionaba con tanta fuerza como mi excitación dictaba. Yo estaba muy mojada y mi clítoris se dilataba para recibirte. Quería tenerte dentro.
Me sujetaste con fuerza para recostarme sobre la cama. Tú te colocaste ahora arriba de mi y me besabas con amor y pasión. Eran besos tan intensos los que esa noche compartíamos que no los podré olvidar nunca. Veía tus ojos. Esa mirada profunda que me incitaba a ir mas allá.
Quiero confesarte que me deshaces.
Cuándo te miro mientras estas dentro de mi, veo tu interior. Tan profundo que quiero averiguarlo. Penetrarte y saber más de ti. Nuestras miradas se compenetraron. Cerraste los ojos nervioso y decidido abriste mis piernas y te colocaste entre ellas. Acariciabas mi pubis. Te detuviste a olerme antes de besar mi clítoris. Esa tarde me había bañado con jabón olor a canela y la habitación se impregnaba de ese afrodisiaco aroma. Tu lengua comenzó a introducirse en mí y mientras mi sabor te embriagaba, yo estaba a punto de experimentar un orgasmo. Mi cuerpo se rendía ante ti. Mi alma se entregaba toda. Mordiste un poco mis labios. Tu sensibilidad y la conexión que vivimos te hacía saber lo que me daba placer. Sabias mover tu lengua para llevarme al infinito. El orgasmo me hizo perder la consciencia por un par de minutos. Mientras me recuperaba, tú bebías el elixir que escurría de mí y antes de que pudiera reponerme, te estiraste por un condón que tenías sobre la mesa en la que habías dejado el libro. Yo iba recuperando fuerzas lentamente y todavía un poco débil te quite el condón y lo abrí, me lo metí a la boca. Ahora yo me levantaba para recostarte. Sobre ti giré mi cuerpo para quedar en “la posición 69” y poder meter tu pene en mi boca. Mientras tanto tu ya habías comenzado a jugar con tu lengua y con mi clítoris. Eso me hacía vibrar de nuevo, sentía que iba a experimentar otro orgasmo. Acariciabas mis nalgas y tus manos subían un poco por mi espalda. Yo te acariciaba los muslos y te ponía el condón con mi boca. No podía estar mas tiempo así. Necesitaba que me penetraras con tu enorme miembro y sentirte dentro de mi. Creo que sentiste lo mismo por que sin hablar, nos movimos al mismo tiempo para que yo pudiera sentarme en ti e introducirte en mi.
Cuando me penetraste, sentía como sí fuera la primera vez. Me hormigueaban las piernas y comencé a experimentar otro orgasmo casi inmediatamente después de tenerte dentro. Me aferre con las dos manos a tu pecho para no desvanecerme. Sólo veía una luz tan intensa que me deslumbraba. Perdí la vista por completo. La noche, la habitación y tú se desvanecieron en un centellear que nublaba mi mente. Me disolvía en ti y en el espacio. Sentía que me perdía cuando súbitamente te levantaste. Me colocaste boca abajo sobre la cama y me penetraste con fuerza. Tus manos sujetaban mi cadera para que la fuerza con la que empujabas tu miembro dentro de mí, no me alejara de ti. Aceleraste. Mis gemidos te excitaban. Como si quisieras atravesarme con tu miembro entrabas y llegabas a mi profundo interior. Gritaba de placer y eso tú lo disfrutabas. Sentía como tu pene crecía dentro de mi. Estabas a punto de estallar. Tu respiración se agitaba cada vez mas. Podía escuchar tu placer en ruidos que emitías sin consciencia. Estabas a punto de eyacular. Tu pene bombeaba en mi interior como un corazón excitado. Enloquecido. Las contracciones que tenías dentro de mí me hacían sentir que sí el placer mataba, esa noche moriríamos.
De pronto, me asalto una necesidad imperiosa de verte a los ojos. Me separé de ti sin pensar y gire para quedar de frente y poder mirarte. Tu rostro, a demás de la sorpresa de aquel movimiento inesperado, mostraba una mezcla extraña entre placer y dolor. Supuse que era por mi espontáneo giro. Te dije-
Ven! Ven a mí! Vente en mí!-
Sin demora, tú ya estabas de nuevo a dentro. Comencé a temblar. Mi cuerpo débil como el de una muñeca de trapo se acomodaba a tu placer. Acercaste tu boca a mí y en un beso bebimos el néctar delicioso de nuestro amor. Jugo caliente y dulce. Mordiste mi labio. Mi corazón palpitaba junto con todo mi cuerpo. Fuerza y fervor por tenerte tan cerca y tan dentro. Metí mi lengua en tu boca y mientras acariciaba tus testículos sentí como también palpitabas. Gemíamos de placer y nos brindábamos el uno al otro. Nuestros cuerpos en sincronización absoluta se perdieron esa noche para que nuestras mentes se conectaran y nuestras almas viajaran hasta el universo y ahí, el orgasmo que juntos experimentamos nos llevo al futuro. Ahí entendí que siempre te amaría. Sin tiempo y sin separación. Metaconectados. Total mente.
Tu cuerpo sudaba. Nuestros cuerpos mojados renacían. Caíste sobre mí. Rendidos los dos nos mirábamos. Contemplábamos. El destino nos había llamado para cumplir con una misión, y ahí juntos y cerca, sabíamos que no descansaríamos hasta ver de nuevo ese futuro que nos enseñó el amor.